Campeonato Mundial de Snowboard LG en La Molina
El pasado 20 de marzo asistí como fotógrafo acreditado al Campeonato Mundial LG de Snowboard en la estación de esquí La Molina. Ese día se dio lugar a las pruebas de Half-Pipe en el las instalaciones de La Molina que justo se estrenaron a finales de la temporada pasada para esa especialidad. En esta competición es donde estuve probando las nuevas tarjetas Extreme Pro de Sandisk, donde las exigencias eran altas, un evento deportivo y frío. Para sacar rendimiento a esa tarjeta tenía que usar la Canon 5D Mark II, aunque no siendo una cámara enfocada a la fotografía deportiva con sus 3,9 fps de velocidad máxima en modo ráfaga. ¿Cómo aprovecha entonces esta cámara una tarjeta de altas prestaciones como la Extreme Pro que puede escribir hasta a 90MB/s? Muy sencillo, disparando en formato RAW, cada archivo que genera la cámara tiene un peso entre 25 y 30MB cada uno. En el caso de disparar en ráfaga, si la cámara no es capaz de descargar su buffer interno hasta que no son escritos los datos en la tarjeta de memoria, se provoca un “atasco” y no se pueden seguir tomando fotografías hasta que el buffer puede ser liberado. En las cámaras de última generación capaces de aprovechar estas prestaciones, con tarjetas más lentas provocan un cuello de botella.
La competición era en las modalidades femenina y masculina, transcurriendo en un día en el que aunque no llegó a nevar, pero hubo unas condiciones meteorológicas muy diversas. Las condiciones de luz eran muy cambiantes, y dado que el ambiente era en la nieve, dificultaba mucho exponer correctamente las fotos. Para esa sesión usé alternativamente tanto la 5D Mark II como la 1D Mark II, una cámara con más “rodaje” pero más rápida que la primera. Era la primera vez que estaba en una situación tan exigente para la 5D, por la luz, el tipo de evento y la climatología. Mis impresiones no fueron muy buenas al finalizar el Campeonato. La velocidad de enfoque no era lo suficientemente rápida para conseguir una nitidez aceptable en las fotos y algo que ya podía esperar, la velocidad de ráfaga se quedaba muy corta para una prueba así. Esa conjunción de factores principalmente fue el que me dio las impresiones más negativas. No obstante, con la situación cambiante de luz habida en la zona del Half-Pipe, con la tarjeta que antes mencionaba era mucho más rápido revisar los ajustes comprobando el histograma de las fotos para seguir disparando sin perderme apenas ni un momento de acción. Es con la 1D Mark II, cuando pude captar mejores momentos de la competición y las fotos que acompañan esta noticia en su mayoría fueron hechas con esta cámara. Cabe destacar la solidez y el potencial de esta cámara que aunque Canon ya no la considere como un cuerpo digno de las Top sigue siendo muy válida para la mayoría de trabajos hoy en día.
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